DATOS CURIOSOS / HISTORIA DEL MERCADO INMOBILIARIO

Autor: Maria Isabel Espinosa | May 7, 2020 | Noticias

                                                    HISTORIA DEL MERCADO INMOBILIARIO
Adquirir inmuebles podría ser una de las inversiones más antiguas de la humanidad, por ello nos remontamos a lo más recóndito de la historia para comprender mejor este fenómeno inmobiliario.
 
En la actualidad, si queremos una casa o un terreno en la sierra junto a un río o en la costa junto al mar  para vacacionar con la familia y tenemos el dinero necesario, nada más fácil que buscar el adecuado, llegar a un acuerdo con el vendedor y adquirirlo. Si el gobierno, de repente, aprobara una ley para limitar nuestro derecho a la propiedad, lo veríamos como un ataque a nuestra libertad y nos opondríamos a ello, pues estamos acostumbrados, al menos en la mayor parte de nuestro planeta, a considerar el dominio absoluto sobre nuestras cosas como un derecho inalienable, tan solo acotado por la ley en algunos casos muy específicos. Pero no siempre fue así.
El sentido de propiedad es casi tan antiguo como la humanidad misma. Desde que el ser humano vivió en cavernas (que por cierto, no todos lo hicieron, tan solo los que tuvieron la suerte de encontrar una sin habitar) supo lo importante que era contar con un lugar propio y se dispuso a protegerlo de cualquier tipo de intruso al encontrarlo. Claro que en un inicio, se estableció una limitante territorial conocida como “territorio de caza”, perteneciente a un grupo social determinado, en el que no accedía ningún grupo o individuo ajeno que quisiera aprovechar de los recursos disponibles, ya que éstos por lo general, no eran suficientes para sostener a más personas. Simple cuestión de supervivencia. Pero también hay que tener en cuenta que no todos los lugares dentro de la cueva eran iguales. Ya desde un principio hubo “lotes” mejores que otros y el jefe siempre estuvo en el más alto. En un futuro, a esa división se le llamaría urbanismo.
 Esta posesión les permitía saberse parte importante, logrando así que los ciudadanos tuvieran un mayor sentido de pertenencia y una conecciòn social sólida, lo que no ocurría con los grandes imperios orientales. La fuerza de la ciudad radicaba en la lealtad de sus ciudadanos. Al ser poseedores de tierra, los helenos se sienten libres y están dispuestos a pelear por su libertad. Así es como lograron derrotar al poderoso Imperio Persa cuando éste decidió conquistarlos. Es aquí cuando surge, de acuerdo con todas las evidencias, lo que podríamos llamar un incipiente mercado inmobiliario.
En tanto, Roma fue todavía más allá. Surgida como una pequeña aldea en la región del Lacio, en el centro de la bota itálica, sus contactos con las ciudades griegas del sur de Italia (conocida en ese entonces como la Magna Grecia) y con las ciudades etruscas que la rodeaban, le permitieron desarrollar un sistema parecido al helénico.
 
EN EL PRESENTE COMO EN EL PASADO, EL PODER SE SIGUE DEMOSTRANDO POR EL LUGAR EN DÓNDE SE VIVE.
 
La crisis del mercado inmobiliario llevará a la quiebra a más de una economía en los años de capitalismo sin control. Como ejemplo, tenemos el caso de la renovación de París llevada a cabo hacia 1860 por el barón Hausmann, quien trazó los famosos boulevares parisinos arrasando barrios medievales enteros. Más de uno se hizo millonario comprando manzanas enteras a precios bajos y revendiéndolas a precios altos al Estado. Y ese proceso se ha repetido muchas veces en diferentes partes del mundo.
En la actualidad, podemos decir que el mercado inmobiliario es uno de los principales motores de cualquier economía sana, pero como ocurre con todo, si no se le regula adecuadamente puede provocar más de un quebradero de cabeza.
Aun así, hoy como ayer, no es lo mismo comprar un departamento en la Quinta avenida de Nueva York que en la avenida de los Mártires de Almoloya, segunda sección. El poder se sigue demostrando con la elección y accesibilidad del lugar donde se vive.